Palomos Deportivos



Características: el palomo deportivo, como sub-raza de la paloma buchona española - Columba gutturosa - tiene potente arrullo; arrogante figura; porte horizontal en posición normal y elevado en situación estante; iris vivamente coloreado (salvo portadores de carácter albino); cuello de longitud media, grueso y poderoso; buche amplio, al igual que el cuello, provisto de pluma grifa que cubre los bordes anteriores de las alas cuando están plegadas al cuerpo; patas ligeramente cortas, rojas y limpias de plumas en tarsos y dedos; y alas que descansan recogidas sobre la cola, alcanzando su borde posterior o quedando muy próximas a él sin rebasarlo nunca.

El conjunto armonioso de todas sus partes, la proporcionalidad entre sí, las formas eumétricas, su porte y demás características, descritas y por describir, definen una estética propia de su raza.

Cabeza de perfil convexo, ligeramente acarnerado, poco o ligeramente alargada, con frente y occipucio de anchuras muy similares, siendo el segundo algo más ancho que la primera. En la hembra es siempre más estilizada.

Pico bien formado, robusto y amplio de base, negro (salvo en portadores de factor albino), apiñonado en la punta, en la que la mandíbula superior termina en pequeño gavilán; es de longitud variable, dependiendo de las familias y siempre de la misma coloración que las unas.

Carúnculas nasales o ceras blancas y secas, lisas en ejemplares jóvenes y rugosas en los viejos, sin llegar a ser exageradamente desarrolladas y sin que en ningún momento obstaculicen la respiración. En las hembras, menos resaltadas. En la mandíbula inferior existentes marcas o callosidades, como recuerdos vestigiales de verrugas, que nunca deben hacerse manifiestas, salvo en ejemplares muy añosos.

El ojo de mirada expresiva y brillante, con iris intensamente coloreado (salvo en portadores de factor albino), sin que a su distinta coloración haya que concedérsele gran importancia deportiva, esta provisto de membranas oculares grisáceo - blanquecinas o blanco nacaradas (nunca rosadas), finamente festoneadas en sus bordes, de forma que el ojo abierto queda adornado por un ribete ocular sin que este llegue a ser perlado. De gran estima será la expresión que se trasluce en la mirada inteligente, resolutiva y viva de estos ejemplares. El ojo de mirada expresiva y brillante, con iris intensamente coloreado (salvo en portadores de factor albino), sin que a su distinta coloración haya que concedérsele gran importancia deportiva, esta provisto de membranas oculares grisáceo - blanquecinas o blanco nacaradas (nunca rosadas), finamente festoneadas en sus bordes, de forma que el ojo abierto queda adornado por un ribete ocular sin que este llegue a ser perlado. De gran estima será la expresión que se trasluce en la mirada inteligente, resolutiva y viva de estos ejemplares.

 

El cuerpo presentara un conjunto muy sólido, bien equilibrado, de forma ovoide y aerodinámica, con musculatura suave y proporcionada al tamaño de la paloma. Esqueleto Bien formado y articulado según sus niveles y funciones, lo más simétrico posible y ligero, como en todos los grandes voladores. De especial interés son: el humero, que deberá ser lo más corto posible; El esternón, que deberá ser recto, elevado en el tórax y descendente hacia atrás, y la horquilla anterior de huesos sólidos con tendencia juntarse, quedando lo más cercanos posibles al esternón.

Espalda, rabadilla y su conexión. El conjunto aparecerá ancho y aplanado a la altura de los hombros, convexo a nivel de los riñones y se afinara hacia el nacimiento de la cola para terminar formando un conjunto sólido con el nacimiento de la misma. Todo él estará vestido de plumas finas sedosas en suave recubrimiento.

Ala, cola y calidad de pluma. Ala de borde anterior grueso, bien emplumada, tan suave al tacto y finas como resultan las maderas bien pulidas; en reposo perfectamente ajustadas al tórax y buche; descansando sobre la cola, cuyo borde debe alcanzar o estar muy próxima a él, perfectamente equilibradas en posición y dimensiones entre sí; y extendida ligeramente cóncava en su cara interna. Las remeras secundarias serán lo más largas posibles y proporcionadas a las primarias; de las cuales las cuatro últimas estarán bien ventiladas, no siendo demasiado anchas en su base, afilándose hacia su terminación, con puntas algo redondeadas y raquis muy flexibles. Las coberteras recubrirán a las primarias y secundarias bien, reforzándolas para el vuelo, y el plumón será abundante y sedoso.

La cola presentara timoneras proporcionadas en dimensiones y calidad a las remeras.

Buche de forma piriforme, ligeramente sostenido y elevado hacia la garganta (la que no deberá presentar nunca papada), entero o ligeramente hendido al medio en su tercio superior, adornado, con el cuello, de pluma grifa de reflejos irisados. Constituye elemento fundamental en el comportamiento del ave, que exhibe en sus manifestaciones o paradas con especial arrogancia, alcanzando aspecto especifico en los cortejos y exhibiciones. En cuanto al color, hay una gran variedad.